miércoles, 11 de febrero de 2015

Una película llamada Whiplash



"Nieman, you earned the part. Alternates, will you clean the blood off my drum set?" Fletcher

Whiplash. La primera vez que escuché el nombre de este filme me vino a la mente la canción de Metallica. Poco después vi el poster de la película... se veía a un baterista, enormes letras alabando el filme se posan sobre su cabeza, el joven baterista aparece apoteósico, en letras rojas se lee WHIPLASH. ¿Qué chingados es Whiplash?

Uno de los privilegios del cine (o el mayor peligro, depende de como se vea) es que magnifica cualquier cosa. Lo que sale en la pantalla es filmado por alguna razón, un vaso con agua, vodka, whisky, hielos o lo que sea se puede convertir en pieza central de un filme. Mientras tu director de fotografía haga bien su trabajo el objeto común se convierte en el agente que marca la diferencia, el que hace una coyuntura etc.

Con Whiplash ocurre lo mismo, se magnifica la vida de un joven baterista de jazz, sus fracasos y humillaciones. En una hora cuarenta y cinco minutos se logra algo que pocos pueden hacer hoy en día.
Bastante simple la idea, pero no es tarea fácil "magnificar" algo, es necesario hacerlo bien, de lo contrario la cinta será un asco. Guácala.

+++

Ahora bien, ¿puede Whiplash ganar el Óscar? Claro que si (aunque la Academia siempre se pase de lanza ya que no les gusta la batería, recordemos el caso de Antonio Sánchez y su música en Birdman) y es que casi no se ve este tipo de películas en el tiempo reciente.

Es directa como un platillazo de Ginger Baker, avanza de una manera increíble como el jazz mismo, no exagera con cursilerias, los personajes evolucionan, se identifican, hay primeros planos a la Sergio Leone, hay música, hay madrazos, hay sangre, hay primeras citas, hay choques, hay peleas (físicas y psicológicas), hay palomitas de maíz con pasas, hay ansiedad, hay tensión y lo más importante: hay un final. No es cualquier final, es EL FINAL. Si eres de los que dicen: "No me gustó el final" puedes irte cagando porque este cierre o te gusta o te das un tiro.

¿Quién no tuvo el típico docente exigentem malacopa, mamón, pasado? y todos los adjetivos que quieran. Es como si yo (un muy humilde "historiador", nótense las comillas) filmara la travesía de un colega a través de la clase de Historia Contemporánea de México, su sufrimiento hasta alcanzar la nota soñada. De entrada, eso suena de cabro-hueva, sin embargo si tienes una buena idea de como canalizar ese episodio, adelante caminante, puedes crear un filme como Whiplash.

Whiplash es todo lo anterior y algo más... como filme independiente da esperanzas a los jovenes wannabes, tal como en la película, hay que trabajarle duro, sudar y sangrar para demostrale al Fletcher de nuestra vida que uno si puede. No es acerca del jazz, ni de la tensión, ni nada de eso.
No trata tanto del sufrimiento y del estrés sino del poder del individuo para afrontar cualquier desafío, por adverso que sea.


Aprovechen Whiplash en el cine, yo la tuve que ver pirata (saludos a Cinepolis y a todas las viejas que prefieren ver 50 sombras e inundar la sala de cine). 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario